Article a Golsala:Las lágrimas de Marcelo y las locuras de ERC

Hay semanas que uno piensa que mejor no levantarse. Mientras el juez Garzón se dedica a levantar las tumbas que creó el franquismo, mientras se olvida de las nacidas en la democracia o en el Barça lloran la muerte de Ricard Maxenchs, el hombre fuerte de la época de Núñez y Gaspart y que se hizo conocido por su latiguillo final de las ruedas de prensa con la pregunta Alguna pregunta més? (¿Alguna pregunta más?), en nuestro mundillo del fútbol sala las lágrimas se extienden por el penalti que falló mi querido Marcelo Dos Reis. Seguramente nadie le recriminará nada: ni el esfuerzo, ni la garra, ni la lucha hasta el último suspiro, pero, conociéndole, él mismo dará más de una vuelta a su mente pensando como lo pudo fallar, como pudo acabar así un mundial que iba a ser brillante –tetracampeones, fijénse- y como pudo errar alguien que nació en la sede del mundial. Marcelo lo debe pasar mal y todo mi apoyo y mi cariño desde esta columna. El hombre que sabe ser dulce con los críos y salvaje con sus rivales más fieros pasa unas horas bajas. Pero para horas bajas las del fútbol sala catalán –y sabiendo el aprecio que tiene Marcelo por Cataluña,  -solo faltaba esto- tiene un nuevo frente. Nuevo si, pero con viejos conocidos. Vamos por pasos. Según publicó El Periódico de Catalunya, resulta que el coordinador territorial de la Secretaria General de Deporte de la Generalitat, Jordi Eduardo (ERC), amenazó a los concejales de deportes de Esplugues de Llobregat y Rubí con retirar subvenciones a los clubes de estas localidades barcelonesas para presionar en defensa de la selección catalana de fútbol sala femenino. Eduardo depende directamente del departamento cuyo máximo responsable es el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira. ¿Les suena? ¿No la han leído en AS o en GOLSALA esta historia antes?. Pues si, el tal Jordi Eduardo, por ejemplo, reprochó al concejal de Rubí, Josep Antoni Serra, su ‘falta de colaboración’ por no suspender un partido que coincidía con el Mundial femenino que se disputaba el mismo día en Reus (Tarragona). Ello implicó que algunas jugadoras no pudieran sumarse a la selección catalana. Eduardo, como buen militante de Esquerra cogió el manual del partido y salió por peteneras con un mensaje escribiendo “Quid pro quo” (una cosa por la otra) justificando el mismo coordinador dicha acción como una reacción "no meditada", según dijo luego a sus superiores. Éste quien les escribe ha defendido siempre la máxima presencia del fútbol sala femenino en allí donde ha escrito y, es más, pedí mis más sinceras disculpas a una de las jugadoras del Gironella por dicha situación, pero reconociendo que yo no era quien dirigía el diario AS ni tampoco me mostraba de acuerdo con otras políticas de la redacción de Barcelona. Yo he hecho el mayor esfuerzo posible, ¿pero qué hacen Carod, Joan Puigcercós y sus muchachos? Es más, los del PP calificaron de ‘practicas mafiosas’ este tipo de situaciones, pero es que en las filas populares seguro que se acuerdan de lo sucedido en Martorell. Por eso decía antes que esta polémica no es nueva, pero los actores son conocidos. No son las mismas personas, pero si sus mismas ideas y es que en ERC la libertad de expresión, de información, la contabilidad y el fútbol sala son cosas que no les deben gustar si no coinciden con su guión preestablecido, cuando su guión es de lo más dispar. Primero fue la hecatombe del club del Baix Llobregat, ahora los concejales por no ayudar a la selección catalana femenina (flaco favor a las selecciones catalanas y a la mujer) y mañana, ¿qué será? ¿Haremos una división de honor en la que solo jugarán el Barça y el Marfil? Como no hemos tenido suficiente con las humillaciones de la caída de patrocinadores, de pérdida de equipos, de mil y un desastres, ahora vienen los independentistas catalanes liándola. Marcelo jugará con ‘la roja’, ¿pero él se merece que lea esto?¿Qué lea que en Cataluña hay una incapacidad absoluta para levantar el fútbol sala y ahora nos cebamos en los más débiles? Y no sólo eso, sino se ceban los que dicen defender la honradez, la mujer y la nación. Si estos me tienen que defender algo, más vale que llame a José Mari (Aznar) y me enseñe a hacer crónicas de paddle.